Historia de mis Pies

Hola, me llamo Carlos, aunque mis padres me llaman Carluchi y cosas peores. Yo nací el 28 de Diciembre de 1.998, y no fue una inocentada para mis padres, que ya sabían que tenía los pies zambos (la técnica adelanta que es una barbaridad), pero sí fue una inocentada para mí, pues yo estaba muy cómodo dentro de mi mamá.

Este era yo el día de nacer:

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Y este era yo el día despues de nacer:

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Pues sí, desde ese día siguiente de nacer ya me empezaron a escayolar. La verdad, no me hacían daño pero cada vez que mamá me ponía en la bañera era un suplicio. Yo oía que eso era algo pasajero y que era por mi bien, yo vivía muy feliz como nací, pero claro, por más que intento decírselo a mis padres, ellos no se enteran y se afanan en enderezarme los pies.

Bueno, pues nací en Valencia, que como alguno de vosotros sabeis, no es el sitio donde vivimos. La verdad es que no entiendo a mis padres… De repente les dió por empezar a visitar traumatólogos de Valencia, Salamanca y Madrid. Dia sí y día también me marchaba con mis papis y mis escayolas a ver médicos. Al final, nada como lo de casa. Estabamos en Salamanca y con un médico de Salamanca se quedaron. Se llamaba Jose, un tio muy «enrrollao» (como las vendas que me ponía) y que estaba a 10 minutos de casa. Y digo que estaba, porque ya no le veo. Desde que nos fuimos a Sevilla no le he vuelto a ver.

Pues fuí creciendo. Cada semana o poco más, teníamos que ir a ver a Jose, y siempre me ocurría lo mismo: tan feliz porque me quitaba las escayolas y me mandaban a mi casa, pero al acabar la tarde llamaban a mi mamá y me llevaba otra vez a la clínica….. Y otras dos escayolas. Si me dejasen opinar……

El caso es que fui creciendo y salvo estas cosillas, me lo pasaba el resto del tiempo muy bien. Aqui me podeis ver disfrutando de lo lindo:

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Yo pensaba que esto iba a ser así siempre, pero un día escucho una palabra a Jose que nunca había oído antes: «Operar»

Pues sí, según le contaba Jose a mis padres, lo de las escayolas iba bien, con ello había conseguido corregir los huesos, pero ahora le tocaba el turno a los tendones. Por lo visto los que tenemos los pies zambos tenemos los tendones cortos, y hay que prolongarlos haciendo

unos cortecitos a los tendones. Dice que tiene que hacerlo en los dos pies, y que no puede operar los dos pies al mismo tiempo por temor de infecciones. La operación dice que es sencilla, pues es subcutanea, pero a pesar de todo me toca una cosa que dice que se llama «anestesia general».

Y alla que vamos. Como de costumbre no me preguntan, y ni cortos ni perezosos me pidieron día en el quirófano. Lo que ocurrió fue lógico y normal, un día antes de la operación me puse malo y con fiebre, pues estaba cagado de miedo. Es como cuando vosotros los mayores no quereis ir al cole o al trabajo y fingís poneros malos. En mi caso no me puedo permitir el lujo de fingir, así que lo hice de verdad.

Pero mis papis son insaciables y pidieron quirófano para la semana siguiente, así que me dí cuenta que esto no tenía solución, había que pasar por quirófano.

Y el día 26 de mayo, con 5 meses de vida me operaron el pie izquierdo, que segun Jose era el que tenía peor y por lo tanto el primer pie que tocaba. Me hicieron las pruebas de rigor, y tras 2 horas me desperté con escayola puesta y un clavo que me sujetaba los huesos y tendones que me clavaron en el talón. Y así pasé un mes y una semana. Esta vez ya no me cambiaron la escayola cada semana, pues ya no crezco tan deprisa como cuando era más pequeño, pero sí me cambió a los dos días, así aprovechó jose para verme si los puntos estaban bien, y luego hasta pasado un mes no me la cambiaron. Por esas fechas aprovechó Jose para irse de vacaciones, que todos tenemos derecho. A ver cuando me toca a mi.

Lo mejor de estos días es que por lo menos me dejaban en paz mi pie derecho, y solo era necesario que llevase unas botas ortopédicas, que siempre es mejor que las escayolas.

El caso es que al mes me quitaron el clavo y me pusieron una escayola por una semana más, pues no estaba Jose. Esto ya es un cambiazo, tengo el pie tan recto como mi hermano, esto mola. Creo que eso me animó para el siguiente pie.

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Y ya veis, mi pie izquierdo, que según decían era el peor, ahora parece como el de mi hermano, en cambio, el derecho lo tengo recto, pero no consigo hacer que la planta del pie mire hacia abajo, así que esta vez sí les dejaré a mis padres que me operen el otro pie. Ya se que tengo que pasar por quirófano y por el post-operatorio, que es lo que peor llevo, pero como ya sé como son las manos de Jose, le dejaré hacer.

Y así fue, el 14 de julio me operaron del pie derecho. Esta vez en lugar de ser en el hospital fue en la UCSI (unidad de cirugía sin internamiento). Esto fue demasiado, estaban todas las enfermeras loquitas conmigo (o por mí), me llevaron mis papis a las tres de la tarde y las nueve de la noche ya estaba en mi casa. Esta vez en lugar de ponerme escayola completa me pusieron una férula, eso me es más cómodo. Me quitaron a las tres semanas el clavo y me pusieron una escayola completa por

debajo de la rodilla. Y el día 19 de Agosto me quitaron la escayola, con lo que pude bañarme con mis papis y mi tete en la piscina. Para el pie izquierdo me hicieron una férula de fibra de vídrio que solo tenía que llevar por la noche para dormir.

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Pasó el verano, y pude bañarme en la piscina y en la playa, me encanta el agua. Mis papis me han comprado unos zapatos que dicen que son de horma recta, y los llevo todo el día, son unos zapatos normales como los de todos los niños, ya soy un niño normal. Lo peor de todo es que para dormir mi mamá me pone unas férulas de fibra de vidrio que me las quita cuando despierto, estoy tan acostumbrado a esas férulas que ya ayudo a mamá a ponérmelas por la noche.

Y ahora a volver a empezar… Cuando estaba yo tan contento con mi Jose. Un día mis papis se vuelven locos, empiezan a meter todo en cajas, y al día siguiente viene un camión y se lleva todas las cajas y los muebles. Nos dejaron la casa vacía, solo nos quedó el coche, así que nos metimos en él y estuvimos viajando durante un día entero a una ciudad y casa desconocida para mi, y no volví a ver a mi médico favorito, ni a Salamanca, ni a mis amigos de allí…

Y mis padres volvieron a lo mismo del principio, de médico en médico, y todos me miraban los pies, al final mis papis se quedaron con un médico, y este nos mandó a un médico rehabilitador. Estuve unas semanas haciendo los ejercicios que me pedía, y así, poco a poco, y con el paso del tiempo fuí probando el ponerme de pié, hasta que un día decidí tirarme al ruedo, lo intenté y…

YA ANDOOOOOOO

Si, si, eso es una buena noticia, pero las hay mejores. Ya solo tenía que ir al médico una vez al mes, lo cual es un descanso, pero el pasado mes de Mayo, cuando fuimos al médico, me dijo que ya no hacía falta que durmiese con férulas ni que usase zapatos ortopédicos ni nada de nada, que en definitiva:

Soy una persona normal.

Y ahora me dedico a pelearme con mi hermano Javier, a dar patadas al balón, a subirme a las sillas y a ver los teletubies. Yo vivía muy bien, pero creo que ahora viviré mejor. ¿cómo sino iba a alcanzar a mi hermano para pelearme con él?

Y después de ir actualizando esta historia cuando había algo nuevo y mi papi no me veía, creo que ya la puedo dar por finalizada. Muchas gracias a todos por estar al tanto de mí y por animar a mis papis.

CARLOS

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