blog de la familia
Y tal y como hicimos el año pasado con Javier, la familia se trasladó a Sevilla para que ahora Carlos se pudiera graduar con sus compañeros de clase de cuando vivíamos en Sevilla. Se lo pasaron muy bien. Yo no pude ir porque me tuve que quedar en Valencia dando clases. Me perdí unos cuantos botellines de cruzcampo….
Y ese día me gradúo de mi curso de PYMES. Da la casualidad que también se graduaban David y Cristina de la Carrera y del Bachiller, pero no se puede estar en todas partes.
Y esta es la forma en que nos disfrazamos para el 50 cumpleaños de Angel. Las fotos posteriores de la fiesta no las tengo todavía, pero creo que tampoco son para ponerlas por aquí, jeje.
Y con mi compadre, el Tio Quique. En su casa estaban todos estudiando y él no encontraba donde ubicarse. Me llamó y me preguntó: ¿tienes cerveza para mi en tu casa?. Yo le contesté: «tengo cerveza en general»
Y en un ratito ya estaba en casa.
No, no. No vamos de compras. Simplemente íbamos a ver cómo es el marketing y las instalaciones de S y S en el centro Bon Aire como trabajo de campo, lo que ocurre es que la mañana da un poco para todo.
Y aquí me podéis ver con «mis gallinas» pasándolo muy mal.
Pues así fue. Vito, Emilio y sus hijos junto con Blanca, que no desaprovechó la ocasión para subirse al coche, vinieron a Valencia. Venían a una boda, pero les obligamos a pasar al menos un día con nosotros. Como os podéis imaginar, la cosa no nos fue muy mal….
Pues eso. Lo teníamos preparado desde final del verano pasado, pero no lo monté hasta ahora. Había que preparar unas cimentaciones, etc. Pero ya está aquí. Ahora solo falta poder empezar a disfrutar de ello lo antes posible.
Esto es lo peor de estar en el paro…. que vuelves a clase. Y aquí se puede ver como, en un día cualquiera del curso hay silencio y concentración en los estudios. Estas son las que yo denominé «Mis Gallinas»
Esto ya es algo que no se da mucho desde que en 2.007 llegó la crisis: salir a comer. NO es que hubiese nada que celebrar, pero es que había ganas y punto. Cuesta dinero, pero a veces vale la pena. Y si no, mirad las caras de felicidad de todos.
Aquí estamos los «mayores» orgullosos de tenernos los unos y los otros.
Y aquí la chavalería. Están contentos de estar juntos. Se les ve cara de buenas personas. Y lo de el brazo de Javier fue por rotura de escafoides jugando al basquet.
No podía dejar de hacerme fotos con estos pivones.
Pero mejor todavía hacerlo con estos «bollicaos» en plan «Los Angeles de Charlie. Jeje
Ya van unos dos años. Los viernes vienen a casa los abuelos a comer. Pero lo mejor es que ellos (bueno, la Paca) traen la comida. Y ha sido casi como de repente, Carlitos ha dejado de ser Carlitos para ser un «peazo» de Carlos. Ya le ocurrió durante este último verano, el estirón ha sido espectacular. Ahora Carlos quería disfrutar de ser más alto que su abuelo…
