
El pasado Domingo 25/10, gracias a que mi «cuñao» me prestó su moto e Isidro le prestó una a mi «cuñao», pude pegarme a estos individuos en una de sus escapadas moteras por el campo. Yo me lo pasé pipa, aunque de ver tanto el suelo no pude disfrutar mucho del campo. ¡Ya me gustaría repetir!, pero a ver como se lo explico a Maricarmen.
Gracias, Ignacio… un día te lavaré la moto, que creo no te la dejé en muy buen estado.

Las motos al carrito, que no funcionan bien por carretera.
