He de reconocer que esta fue una de las cosas que más me gustaron de las navidades. Todo empezó cuando un día Ann estaba comentando que en Alemania asocian mucho las naranjas a la Navidad. entonces empecé a sondear quién podría dejarnos ir un día a por naranjas.
Preguntando por aquí y por allá, llegué hasta una persona conocida de Mariemy (Una de mis gallinas). Y lo organizamos. Fuimos al campo, luego estuvimos cogiendo naranjas y encajandolas. Nos llevamos muchas.
Luego nos acercamos a Cullera para que Ann viese una típica ciudad de veraneo bastante más española y menos turística. Subida la Castillo y al radar meteorológico. Y ya, a comer a casa. Completito.










