Este año creo que por fín Javier y Carlos se han dado cuenta que hacer esta tontería mís de montar el Belén y el arbol de Navidad todos juntos mientras se escuchan villancicos no es un «pateo». Esta vez estaban muy contentos. Reconozco que cuando hago esto me entra una culebrilla por dentro dificil de controlar. Además pienso que al año que viene ya será difícil que estemos todos juntos para volverlo a repetir. Y es una pena porque empieza a gustarnos a todos.
Y este año, además le pasamos la responsabilidad de poner la estrella de Navidad del árbol a Ann.
Aquí estamos montando todo:
Aquí el momento importantísimo de culminar con la estrella de Navidad:
Y aquí todos felices por el deber cumplido:






