Y solo quedaban unos segundos para que acabase el partido. Peleando un balón dividido Carlos cae al suelo y el dedo se le salió del todo. Lo gracioso fue la templanza con que Carlos se lo tomó preguntando al banquillo si alguien sabía recolocar dedos y también al público, donde algunos gritaban al ver tan vistosa dislocación. Finalmente dos meses de baja de basquet.

