
Como nuestros hijos andaban de campamento por Canfranc, los padres aprovechamos para hacer una escapadita. Tomamos el consejo de los Grau y reservamos en un complejo cercano a la Manga del Mar Menor. Estuvimos muy agusto. Hacíamos escapaditas para ver la zona, nos bañamos en el mar y en la piscina. Pero siempre respetando la siesta, fundamental en toda época de relajo.

La Manga del Mar Menor vista desde el cabo de Palos.

Bahia de Portman. En proceso de regeneración.

Autofoto de chiringuito junto al cabo de palos. Sangría posteriior al bañito en la cala que hay ahí mismo.
