
A base de entrenar los chavales van mejorando. Este sábado Javier subía al equipo A de infantiles como rotación, e hizo un partidazo. Con solo jugar 2 de los 8 octavos se metió en los de mayor valoración. La carita de contento de Javier al acabar el partido era un poema. Hasta la crónica reflejaba lo bien que jugó, y no se suelen poner nombres propios en las crónicas de los infantiles. (ah!, y que no la escribí yo).
